El manejo de la ansiedad ante la nueva realidad

El manejo de la ansiedad ante la nueva realidad

La pandemia por COVID-19 y la recomendación que han seguido diversos países de guardar un periodo de cuarentena, ha tenido como consecuencia diversas situaciones en cuanto a la salud mental de las personas, incluidos el aumento de sus niveles de ansiedad.

Es por eso que ante la nueva normalidad, situaciones que la pandemia nos orilla a adaptarnos, debemos de tener en consideración la importancia de saber cómo identificar un estado ansioso. 

Para esto es primordial comprender ¿qué es la ansiedad? De acuerdo con la  Clasificación Internacional de las Enfermedades en su versión 11, la ansiedad es “el temor o presentimiento de peligro o desgracia, además de preocupación, angustia o síntomas somáticos de tensión. El origen del peligro previsto puede ser interno o externo.”

Identificar qué tipo de ansiedad se  manifiesta ante la situación de una pandemia, es importante ya que si lo tenemos en consideración podemos acudir con un especialista para el tratamiento óptimo.

Lo que un 23 de marzo de 2020 era un receso de labores de máximo 20 días, se ha convertido en un aislamiento de más de 175 días y contando, evitando el contacto con nuestros círculos sociales, es por eso que la tipología de la ansiedad que se manifiesta en estos casos  es la  que se provoca por el miedo a la enfermedad, a ser contagiados y tener consecuencias de las que tanto se habla en las noticias, en las redes sociales  y en cualquier contacto con nuestras amistades y/o familia. 

Este tipo de ansiedad se manifiesta porque observamos que la enfermedad y las consecuencias que tiene son graves, en muchas ocasiones la idea de muerte se ve inmersa en este miedo y es lo que sustenta que los síntomas se manifiesten de una manera más drástica. 

Si dicha ansiedad no es controlada puede que lleguemos a presentar episodios de pánico, estos son episodios diferenciados de miedo intenso o aprehensión, acompañados por la aparición rápida y simultánea de varios síntomas característicos, como por ejemplo, palpitaciones o taquicardia, sudoración, temblores, falta de aliento, dolor en el pecho, mareos, escalofríos, sofocos, miedo a la muerte inminente, entre otros, con los que la persona deja de tener control tanto de  su cuerpo como de su mente, ideas que en su mayoría no están fundamentadas y se sobregeneralizan  provocando que nuestro cuerpo biológicamente reaccione con manifestaciones sintomáticas  notorias a la vista. Existen estudios en los que las personas que han sufrido un ataque de pánico expresan que es la peor experiencia de su vida. 

En la actualidad nadie está inmerso en evitar este cuadro clínico y más si muchos de los síntomas son causados por el aislamiento social. Es por eso que el índice de ansiedad ha incrementado exponencialmente a nivel mundial. 

Algunas de las causas por las cuales en la pandemia  la ansiedad es más predominante están englobadas al contexto social: el desempleo creciente, la inseguridad laboral y los problemas sociales y económicos. Para poder evitar que estos síntomas lleguen a la puerta de nuestra mente, debemos comprender que la ansiedad se puede controlar y que está en nosotros hacerlo. 

Así mismo es primordial saber cuál es el umbral que tenemos ante la tolerancia de la ansiedad, todos tenemos uno y de acuerdo a nuestras experiencias es como podemos identificar cuán tolerantes somos. 

También seguir las indicaciones sanitarias y mentales de los expertos puede ayudar a que las ideas de contagio no fundamentadas disminuyan, ya que al realizar estas actividades comprendemos la naturaleza de la enfermedad y sabemos que si seguimos los lineamientos sanitarios estipulados por los expertos el riesgo al contagio es menor. 

A continuación enlistaremos un par de recomendaciones para lidiar con la ansiedad:

  • Percibe, etiqueta y acepta tus emociones. Cuando te sientas ansioso, piensa: «Bueno, aquí está mi ansiedad otra vez». El simple hecho de ponerle nombre a lo que sentimos nos ayuda a reducir lo que nos preocupa.
  • Acepta la ansiedad como una de las muchas emociones que tiene. No la ignores, no luches contra ella, no la rechaces ni le temas. No te juzgues por sentirla. Sé amable contigo mismo. Date permiso para ser humano.
  • Practica la respiración. El simple hecho de detenerse y respirar te puede tranquilizar en un momento difícil. Puede ayudar hacer una pausa antes de reaccionar y elegir cómo reaccionar. Sobre todo, la «respiración abdominal» o diafragmática puede ser de gran ayuda. Practícala de 5 a 10 minutos al día, si se logra tener el control del cuerpo mientras la ansiedad está presente, la mente obtiene una seguridad para retomar el control. 
  • Mantén contacto con las personas cercanas; que la lejanía física no limite la cercanía emocional, el poder expresar sus sentimientos y pensamientos con personas que te comprenden y son empáticos, genera el confort suficiente para que los síntomas de ansiedad disminuyan. 
  • Siempre mantente activo, estar encerrados no significa que no realicemos ningún tipo de actividad. No estar en movimiento provoca sedentarismo tanto biológica como mentalmente y no realizar las actividades, tanto físicas como mentales habituales, puede provocar que la ansiedad se presenta con más  intensidad. 

Calmar la ansiedad no significa ignorar los problemas, aun afrontando una incertidumbre por lo que nos depara en el futuro con esta pandemia, no significa que no encontremos el equilibrio sobre poder ayudarnos a nosotros  y ayudar a los demás con los problemas que se nos presentan. Saber adaptarnos a las situaciones emergentes es una habilidad que todos podemos desarrollar, solo tenemos que practicarla. 

Y lo más importante, pide ayuda cuando lo necesites,  si tu ansiedad te está superando; si te cuesta dormir, comer o relacionarte con los demás como solías hacer, ¡pide ayuda!

Somos humanos y como humanos, somos seres sociales, el saber pedir ayuda en el momento oportuno puede prevenir que las consecuencias de nuestros síntomas sean aún más graves de lo que no podemos controlar. 

No estamos solos en este mundo y así como existen personas que puede que nos desorientan en nuestro camino, existen muchas más  que buscan apoyarnos en los momentos más complicados de la vida, la salud mental es tan fundamental como la salud física, y el complemento de las dos es a lo que lo profesionales conocemos como salud integral. 

Si logramos obtener la integración de nuestra salud, comprenderemos que una pandemia no podrá con nosotros  y que nuestro equilibrio personal  será alterado porque contamos con las herramientas necesarias para afrontarlo. 

Psic. Marcos Jesús Marchand Roldán
Orientación Psicológica
Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)

 

Bibliografía:
Jairo Ramírez-Ortiz, Diego Castro-Quintero, Carmen Lerma-Córdoba, Francisco Yela-Ceballos, Franklin Escobar-Córdoba. (2020). Consequences of the covid-19 pandemic in mental health associated with social isolation. 14 de septiembre, de Scientific Electronic Library Online Sitio web: https://preprints.scielo.org/index.php/scielo/preprint/view/303
CIE-11 – Estadísticas de morbilidad y mortalidad – ICD-11. Se recuperó el septiembre 14, 2020 de https://icd.who.int/browse11/l-m/es
Consideraciones sobre la salud mental en la pandemia de COVID-19. Se recuperó el septiembre 14, 2020 de https://rpmesp.ins.gob.pe/index.php/rpmesp/article/view/5419
(2020, junio 3). (PDF) Pandemia COVID-19 situaciones de ansiedad y uso de tratamientos distintos a los psicofármacos. Se recuperó el septiembre 14, 2020 de https://www.researchgate.net/publication/341733974_Pandemia_COVID-19_situaciones_de_ansiedad_y_uso_de_tratamientos_distintos_a_los_psicofarmacos
Vista de Pandemia y ansiedad social. Se recuperó el septiembre 14, 2020 de https://publicaciones.ucuenca.edu.ec/ojs/index.php/medicina/article/view/3224/2361

Universidad Mexico