La innovación educativa tiene como propósito lograr un impacto positivo en los procesos de enseñanza-aprendizaje, orientando sus esfuerzos a una mejora y transformación constante en estudiantes, profesores e instituciones educativas.
En la actualidad, las innovaciones en educación buscan repensar contenidos, contextos, materiales o métodos y abarcan temas que van desde la tecnología, la pedagogía, los procesos, las personas y la calidad en la educación. Es importante realizar propuestas sustanciales para que las personas, a través del aprendizaje, desarrollen competencias que mejoren su calidad de vida y capacidades. Estos cambios significan nuevos enfoques hacia la educación en diferentes aspectos, desde procesos colaborativos en sus prácticas, hasta la relación profesor – estudiante.
Tendencias de la innovación educativa
Existen tendencias que apuntan hacia promover, desde la educación, el desarrollo de habilidades y competencias que los estudiantes necesitan en su vida profesional y personal. Los alumnos pueden desarrollar sus talentos con el apoyo de docentes que los guiarán a través del diseño, implementación y evaluación de proyectos innovadores educativos.
Los cambios en las formas de educar obedecen a las nuevas necesidades que presentan los estudiantes, las instituciones y la educación por sí misma, y muchas veces se apoyan en la implementación de nuevas tecnologías y prácticas educativas.
Tipos de innovación educativa
Existen varios tipos de innovación educativa y, en esta oportunidad, les queremos compartir algunos que consideramos interesantes y que impactan en la educación.
Aprendizaje colaborativo
Esta técnica didáctica promueve el aprendizaje enfocado en el alumno, basado en el trabajo en grupos, donde los estudiantes con sus diversas habilidades realizan una serie de actividades de aprendizaje para mejorar su entendimiento sobre alguna materia. Los miembros del grupo de trabajo son tanto responsables de su aprendizaje, como de ayudar a sus compañeros a aprender, creando un clima de colaboración.
Esta técnica educativa se basa en tres parámetros principales, los cuales son: trabajo en equipo, compartir información y el diseño de un espacio de trabajo común.
Mindfulness
El Mindfulness es una disciplina educativa y terapéutica que consiste en analizar las experiencias vividas en el presente. Así, nos podemos dar cuenta de las sensaciones físicas y emocionales para ver cómo podemos responder a éstas en el momento en que suceden.
En las clases, al incluirla como parte de un programa de educación socioemocional, permite desarrollar o mejorar la conciencia de los estudiantes, además de promover su concentración, mejorar su atención y rendimiento académico, liberar el estrés, regular las emociones, tener una mejor interacción social y aprender a manejar conflictos.
Educación emocional
La educación emocional es un proceso continuo y permanente que busca potenciar en los estudiantes el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo humano, con la finalidad de capacitar para la vida y aumentar el bienestar personal y social.
Las competencias emocionales son las capacidades potenciales con las que contamos para el aprendizaje de habilidades prácticas, como la conciencia de uno mismo, la motivación, el autocontrol, la empatía y la capacidad de relación. La inteligencia emocional colabora en el desarrollo integral de la persona en aspectos físicos, intelectuales, morales, sociales y emocionales, por lo que es de gran relevancia en los procesos de enseñanza – aprendizaje.
Aprendizaje basado en proyectos
Aunque pareciera que el aprendizaje basado en proyectos no sea una propuesta del todo novedosa o innovadora, sigue siendo actual e indispensable para proponer experiencias de aprendizaje efectivas. Es una estrategia metodológica que impulsa tareas basadas en la solución de preguntas o problemas reales, a través de un proceso de investigación o creación por parte de los alumnos que trabajan de forma relativamente autónoma y con procesos cooperativos que tienen la finalidad de presentar un producto final.
Esta práctica de innovación educativa colabora en generar sentido y contexto en la educación de los estudiantes y potencia un intercambio educativo centrado en el saber hacer.
De esta forma, consideramos de vital importancia pensar en cómo innovar en las experiencias de aprendizaje que proponemos a los estudiantes, para que desarrollen las competencias y herramientas necesarias para los desafíos profesionales y personales modernos.
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