¿Vivir con ansiedad? ¡Claro que se puede!

¿Vivir con ansiedad? ¡Claro que se puede!

En el día a día escuchamos con frecuencia que la ansiedad es algo malo y que debemos eliminarla de nuestra vida, pues solo nos ocasiona problemas. 

Sin embargo, pocos saben que la ansiedad es una respuesta normal que nos permite hacer frente a las demandas del entorno; es decir, que hasta cierto punto podríamos considerarla necesaria en nuestra vida. El problema se presenta cuando, en lugar de ayudarnos a cumplir con nuestras actividades, nos comienza a limitar en nuestro actuar y entonces dejamos de realizar cosas. 

Una persona con ansiedad, por lo general, manifiesta ciertos cambios físicos en el organismo como: dolor de cabeza, dificultad para respirar, sudoración excesiva, contracturas o dolores musculares, entre otros, pero también es común tener emociones como ira, miedo, preocupación o frustración. 

La ansiedad se caracteriza por generar un estímulo específico distinto al estrés cotidiano que puede diferenciarse fácilmente por mostrar pensamientos de peligro o catastróficos, siempre orientados hacia el futuro o, dicho de otra manera, se construyen escenarios o situaciones que aún no suceden, pero que se da por hecho que en algún momento acontecerán. 

Para lograr controlar la ansiedad y evitar que origine mayores dificultades, te recomendamos seguir estos pasos:

  1. Ejercicio físico: Aporta grandes beneficios a tu salud, además de permitirte regular la actividad de tu sistema nervioso. Puedes comenzar por alguna rutina sencilla e ir incrementando la intensidad y dificultad conforme tengas una mejor condición física.
  2. Regula el sueño y tus hábitos de alimentación: Alimentarte de forma balanceada y tener horas de descanso apropiadas son dos aliados primordiales para controlar la ansiedad, además de brindarte otros beneficios para alcanzar el bienestar. 
  3. Ejercicios de relajación: Son una gran herramienta para poder controlar los síntomas físicos de la ansiedad. Puedes elegir realizar algún ejercicio de respiración (rítmica o profunda), o incluso alguna rutina de meditación que te ayude a tranquilizarte. 
  4. Fármacos: Aunque no es la opción más saludable por los efectos secundarios que pueden tener, en ocasiones son una estrategia necesaria para controlar los síntomas físicos. Un médico especialista (neurólogo o psiquiatra), es el encargado de realizar la valoración médica y determinar si son necesarios en el tratamiento.
  5. Acude con un profesional de la salud: Si a pesar de tus esfuerzos la situación se sale de control y la ansiedad limita diferentes áreas de tu vida es necesario que busques la ayuda de médicos y psicólogos quienes, desde un punto de vista integral, te facilitarán las herramientas para controlar este padecimiento.

Recuerda que la ansiedad es una respuesta normal; sin embargo, debemos estar atentos cuando deja de ser una ayuda y en su lugar nos genera malestar constante que afecta en el desarrollo de nuestras actividades cotidianas.

Psic. Ariana González Trejo

Orientación Psicológica
Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)


Universidad Mexico