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Discurso de la Vicerrectora Académica en la Ceremonia de Graduación Monterrey 2025


La Ceremonia de Graduación Utel Monterrey 2025 fue un evento inolvidable, lleno de emoción y orgullo por el logro de una nueva meta académica. Durante la celebración, la Mtra. Claudia Mejía Martínez, Vicerrectora Académica de Utel, estuvo presente en representación del Mtro. David Stoffenmacher Berenstein, Rector Institucional de Utel Universidad, y ofreció un discurso inspirador, en el que destacó la importancia de la perseverancia y el propósito en la vida profesional y personal.

Palabras de la Vicerrectora Académica en la Ceremonia de Graduación Monterrey 2025

“Hola, muy buenas tardes. Estimados miembros del Presidium, familia, amigos, queridos graduados. A nombre del maestro David Stoffenmacher Berenstein, Rector Institucional de Utel Universidad, tengo el honor de dirigirme a ustedes el día de hoy en su Ceremonia de Graduación Monterrey 2025. Hoy estamos aquí reunidos para celebrar algo extraordinario.

Este es un día que cada uno de ustedes imaginó más de una vez. Un día que en algún momento pareció lejano o inalcanzable, pero que finalmente ha llegado. Démonos unos minutos para mirar a nuestro alrededor. ¿Qué vemos? vemos las caras de sus compañeros, de sus amigos, de sus familias. Ellos han sido testigos de su esfuerzo, de sus desvelos y sacrificios, pero sobre todo, han sido testigos de su valentía. Porque llegar hasta aquí no ha sido fácil, y sin embargo, aquí estamos, listos para dar el siguiente paso.

En un país donde solo dos de cada diez estudiantes que inician una carrera logran concluirla, ustedes han vencido las estadísticas. Ustedes son ese 20% que decidió no rendirse. Son la excepción, la inspiración, el ejemplo de cuando el corazón y la voluntad van de la mano y entonces no hay imposibles.

Han demostrado que la verdadera fuerza no está en no fallar nunca, sino en abrazar los desafíos, convertirlos en oportunidades y jamás perder de vista la meta, incluso cuando el camino se torna difícil. Permítanme compartirles una historia: hace muchos años, en un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía un viejo árbol, imponente y fuerte. Durante toda su vida, había sido el refugio de los pájaros, el hogar de los insectos y un símbolo de estabilidad para todos los que pasaban por ahí. Pero un verano especialmente cálido trajo una sequía que afectó a todo el valle. El río se secó, el suelo comenzó a agrietarse, los árboles y las plantas se marchitaban, y todo el pueblo temía por su futuro.

Un día, una joven, al ver al viejo árbol débil y sin hojas, se acercó y le preguntó: -¿Por qué sigues en pie si todo a tu alrededor se está muriendo?-. El árbol, con voz suave pero firme, respondió: “La sequía me ha afectado, pero mientras tenga fuerza, seguiré ofreciendo sombra a quien la necesite. Mi labor no depende del clima, sino de lo que yo puedo dar”.

¿Por qué les cuento esta historia? Porque, al igual que ese árbol, en la vida enfrentamos situaciones que parecen estar fuera de nuestro control. Sin embargo, cada uno de ustedes ha llegado hasta aquí, no por lo fácil del camino, sino por su fortaleza para seguir adelante y el compromiso con su propósito.

No dejen que las dificultades los hagan rendirse. Siempre hay algo que pueden aportar, algo que pueden ofrecer, incluso en los momentos más difíciles. Así que cuando enfrenten su próximo desafío, recuerden al árbol. Sigan firmes, den lo mejor de ustedes y verán cómo, con el tiempo, sus esfuerzos florecerán.

Si alguna vez alguien les dijo que no podían aprender, si alguna vez sintieron que no eran lo suficientemente fuertes, si alguna vez dudaron de su propio talento, quiero que miren a su alrededor y se den cuenta de la verdad. Lo lograron. No hay sequía que los detenga, no hay obstáculo que no puedan superar. Son más grandes, más fuertes y más capaces de lo que creen.

Hoy, su graduación no solo es el final de una etapa, sino el inicio de una nueva, donde tendrán la oportunidad de aplicar todo lo que han aprendido. No se trata solo de los conocimientos adquiridos, sino de cómo los utilizarán para transformar su vida y la de los demás.

Sumó a su discurso algunos consejos específicos para nuestros egresados: 

“La incertidumbre es parte de la vida y lo que hoy parece incierto, mañana puede ser la mejor oportunidad de su vida. No se trata solo de encontrar un trabajo, sino de encontrar aquello que les haga levantarse entusiasmados todas las mañanas. La verdadera satisfacción no viene de lo que ganamos, sino de lo que aportamos al mundo. Aprendan de cada error y usen cada caída como un trampolín para impulsarse aún más alto. El conocimiento es su mejor herramienta. Lean, escuchen, cuestionen, busquen nuevas perspectivas y sigan desafiándose a ustedes mismos. Rodéense de personas que los impulsen. Encuentren mentores, inspiren y recuerden siempre tender la mano a aquellos que vienen detrás. La gratitud no solo nos hace más humildes y nos mantiene con los pies en la tierra, sino que nos recuerda lo verdaderamente valioso que hay en la vida: las personas que nos acompañan. No esperen a que el mundo les dé oportunidades, salgan y créenlas. No se conformen con lo que es fácil, vayan por lo que realmente los haga sentir vivos. Y recuerden, no hay sequía que los detenga. El mundo está allá afuera esperando todo lo que tienen para ofrecer. ¡Muchas felicidades, Generación 2025!”

El discurso de la Vicerrectora Académica, Claudia Mejía, en la Graduación Monterrey 2025 no solo fue un reconocimiento al esfuerzo y dedicación de los graduados, sino también un recordatorio poderoso de que la educación es mucho más que un título, es una herramienta para construir futuros brillantes y para marcar una diferencia en el mundo.


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