Desde el escenario de la Graduación Utel Colombia 2025, la voz de Indira Morillo, egresada de Ciencias Políticas y Administración Pública, y también graduada simultáneamente de la carrera de Medicina, mientras cuidaba de su madre enferma y mantenía su compromiso con la militancia política y social, brindó un discurso profundamente personal y reflexivo con todos los asistentes. Originaria de República Dominicana, viajó para ser representante de la generación, y emocionó a todos con un mensaje de gratitud, resiliencia y esperanza.
Palabras de la representante de generación, Indira Morillo
Buenas noches, distinguidas personalidades que componen la mesa de honor de nuestra alta casa de estudios Utel, invitados especiales, familiares, amigos y de manera exclusiva a mis compañeros graduandos ya colegas. Es un honor estar frente a ustedes en un momento único y maravilloso como representante de nuestra generación. Permítanme comenzar expresando mi profunda gratitud en primer lugar a Dios, a nuestros padres, familias y a todos los que están hoy a nuestro lado, aplaudiéndonos.
Hoy ponemos punto final de un trayecto de nuestras vidas. Cerramos un ciclo de nuestra formación académica, pero no del camino del aprendizaje. Este momento lleno de emociones y logros compartidos es solo una pausa en nuestra búsqueda constante de conocimiento, donde cada uno de nosotros ha transitado un sendero único lleno de dificultades, esfuerzo silencioso y deseos de rendirnos. Pero hoy, más que nunca, al alcanzar las metas propuestas, debemos recordar que el verdadero éxito reside en el deseo de seguir aprendiendo para servir a la construcción de un mundo más humano y más justo.
Soy una joven dominicana comprometida con su comunidad y el bienestar social. Con 12 años de militancia política dedicada al servicio comunitario. He desempeñado roles significativos como miembro de la dirección central y vicesecretaria nacional del primer partido opositor de mi nación. Actualmente soy la directora nacional de salud de la red mundial de líderes políticos en la República Dominicana. El año pasado obtuve el primer lugar del concurso nacional de ensayo, democracia e identidad, lo que me generó mi primer libro a través de la Junta Central Electoral de mi país. En el 2021, recibí el máximo galardón que otorga el Estado dominicano a la juventud en la categoría liderazgo político. En el 2020, fui la candidata más joven del país a diputada del Parlacen, conocida como la Niña del Parlacen.
He recibido capacitaciones internacionales en países como China, Estados Unidos y México. Lo que ha enriquecido mi visión y reforzado mi compromiso de empoderar a los jóvenes y mujeres a generar un impacto positivo en nuestra sociedad, siempre apostando al bienestar común.
Quiero compartir con ustedes un capítulo muy especial de mi vida, donde la perseverancia y la pasión se entrelazan en un camino que parecía inalcanzable y que hoy es una realidad. Culminar simultáneamente dos profesiones, medicina y ciencias políticas. Una experiencia maravillosa que no estuvo exenta de desafíos ni obstáculos. La medicina en sí misma implicó largos años de intensas horas de estudios, noches de agotamiento y desvelos y el constante ir y venir entre libros y hospitales. A todo esto se sumaron responsabilidades personales como cuidar de mi madre con una condición de salud, compromisos políticos, trabajo y actividades comunitarias. Sentía que cada día era una prueba a superar entre mis sueños y las realidades que me rodeaban. Pero hoy es una realidad.
Entre todo ese trajín, Utel se convirtió en un aliado invaluable con su innovadora metodología de estudio en línea, eliminando el tiempo perdido en traslados y disminuyendo gastos, brindándome la flexibilidad necesaria para seguir adelante con mis estudios sin sacrificar otros compromisos. La posibilidad de acceder a materiales en línea todo el día, inclusive en las madrugadas, se convirtió en la clave para avanzar en mi formación profesional política. Gracias al apoyo constante de los gestores de éxito estudiantil, la carga se volvió más llevadera y mantuve la disciplina, organización y conocimiento que este camino es sí. Este viaje ha sido un verdadero testimonio de que cuando se tiene un objetivo específico y el respaldo adecuado, los límites existen sólo para ser superados. Gracias, equipo Utel, por hacer esto posible.
Mientras redactaba estas palabras, pensaba en todo lo vivido para hacer posible este momento. Y pude analizar que un logro no surge de la nada o llega así porque sí. Es un cúmulo constante de esfuerzo, trabajo diario, entrega, dedicación y un conjunto de personas dándote soporte y motivándote a dar lo mejor de ti, no importando cuán difícil o complicado sea. Siempre habrá momentos de frustración, duda y cansancio. Instantes donde desearemos abandonar nuestros objetivos porque la motivación disminuye o el deseo de continuar se desvanece. Sin embargo, es en esos momentos donde debemos aferrarnos a nuestra razón de ser, centrarnos y recordar por qué iniciamos. Y es ahí donde debemos centrar nuestras metas y pensar en las grandiosas oportunidades que nos esperan si llegamos al final de ellas.
Estamos aquí cumpliendo uno de nuestros mayores anhelos. Somos una muestra de que las metas sí son alcanzables, siempre y cuando perseveremos hasta el final. Hoy celebro, los felicito y me felicito, porque no importando los impedimentos que nos presentó la vida, lo logramos. El presente y el futuro son nuestros. ¡Sigamos construyéndolo! ¡Gracias!
Con estas palabras, dejó un mensaje inspirador que se llevó los aplausos y admiración de cada uno de los presentes, por demostrar que este logro es un símbolo de lucha, superación y compromiso personal.