En las relaciones de pareja es común y normal encontrar conflictos, los cuales pueden ser vistos como una oportunidad de evolución que permitirá el desarrollo psicológico (Iglesias- García, et. al. 2020). Dependerá del grado de compromiso que la pareja tenga para poder acoplarse a la relación en torno a las diferencias que existan entre los miembros de la pareja ya que las diferencias serán inevitables y no serán motivo de separación sino no esfuerzo y adaptación (Capafons y Sosa, 2015).
Algunos de los principales conflictos en pareja que se pueden identificar son:
- Comunicación:
Establecer comunicación con la pareja es uno de los principales ejes que les permitirá conocerse mutuamente, y así: asegurar que las necesidades de ambos sean cubiertas, expresar afecto y establecer desacuerdos sanos que permitan una mejor adaptación. La comunicación asertiva promueve la expresión libre y respetuosa del otro y de sí mismo, esto genera una relación de seguridad, cuidado y comprensión ya que aborda el tema de comunicación desde la empatía, el respeto interpersonal, buscando que el beneficio del diálogo sea para el otro y sí mismo llegando a acuerdos desde la capacidad de persistir con la de aceptar (Capafons y Sosa, 2015). - Económicos:
Es un tema que va de la mano con la comunicación como forma de establecer acuerdos, realizar un plan de gastos, revisar presupuesto para tomar decisiones en conjunto que puedan beneficiar a ambos y cuidar de su bienestar. Para 2016, se estimó que al menos 206 divorcios se efectuaron por problemas financieros en pareja, y de acuerdo con el INEGI (citado en Procuraduría Federal del Consumidor, 2020) - Infidelidad:
No existe un consenso universal sobre la definición de infidelidad, pero se le puede considerar de manera general como “la relación que se da fuera de la pareja estable, que rompe el compromiso de lealtad sentimental contraído entre los involucrados, pues traiciona la promesa de exclusividad hecha por cada uno de los miembros de amar solo a esa persona con la que se comparte la vida” (Baizan, citado en Valdez Medina, 2013 ) y según un estudio realizado por DIVE marketplace en 2020, dentro de las causas negativas de la infidelidad, se encuentran: terminación de la relación (50%), pérdida de confianza y celos (50%), culpabilidad (44%). - Intimidad:
Se trata de favorecer la sensación de acompañamiento, comprensión y apoyo mutuo, para lo cual es importante que ambos compartan tiempo, experiencias y emociones para fortalecer el vínculo y la conexión. (Capafons y Sosa, 2015). De esta manera, se entenderá por intimidad el pasar tiempo con la pareja, brindar apoyo emocional y recíproco, mantener la comunicación mutua siempre con respeto para proveer de bienestar al otro.
Factores protectores y soluciones
Es normal encontrar diferencias entre la pareja, por lo que es necesario que exista un esfuerzo por mantener el compromiso de establecer una relación entre ambos; consiste principalmente en adaptarse a la otra persona de manera mutua. Ya que se ha encontrado dicha alianza, acuerdo mutuo y confianza se mantiene cuando se da dicha adaptación como el factor principal en la estabilidad de la relación. (Iglesias- garcía, et. al, 2020).
Sin embargo, como parte del esfuerzo por mantener una relación estable y duradera, es importante la conversación sobre los temas difíciles (sean económicos, de intimidad, etc.), con el fin de resolverlos. Los doctores Gottman (2000) proponen que para abordar dichas temáticas es importante suavizar la forma de decir las cosas sin que resulte falso o superficial su planteamiento:
- Describe las situaciones sin evaluar y sin juzgar: implica hablar de los hechos o la situación, no de la persona. P. ej. Si tu pareja te ha hecho sentir enojo porque no cumplió con su parte del orden en casa, describe la situación “cuando he llegado a casa y visto la cocina sucia, sentí enojo y molestia” en lugar de “tú me haces enojar porque tú no cumpliste con tu parte del aseo”.
- Habla de tus necesidades comenzando las frases con “Yo…” en lugar de “Tú…”. P. ej. “Yo me siento más cómoda (o) llegando a casa y ver los pendientes resueltos porque así me puedo relajar”, en lugar de “Tú me estresas porque no cumples con tus pendientes y queda todo hecho un desorden”.
- Exprésate con claridad: hablar de tus necesidades ayudará a tu pareja a saber cuáles son los aspectos importantes que valoras en la relación y el motivo del por qué es tan importante tu petición. P. ej. En lugar de decir “no dejes todo a último momento, haz las cosas bien”, explica qué necesitas: “me gustaría que al llegar a casa podamos relajarnos porque los pendientes ya están resueltos y así poder cenar o ver una película”, de esa manera clarificas que te importa relajarte y pasar tiempo de calidad con tu pareja al término del día.
- Mantén la disposición de negociar: brinda la opción de negociar o escuchar las necesidades de tu pareja preguntando sobre sus motivos o su punto de vista de la situación expresando algo como: “es lo que a mí me hace sentir bien, pero dime ¿tú qué piensas?, ¿crees qué puede funcionar terminar el aseo antes de que sea noche?”
- Sé amable y agradece: es importante resaltar los actos positivos o que te hacen sentir bien para que tu pareja conozca qué acciones ayudan a sumar a la relación. Puedes expresarlo como parte del planteamiento suave: “Agradecería mucho si pasara”, “me sentiría más feliz”, “cuando pasamos tiempo juntos en lugar de discutir, me siento más tranquila (o)”, etc.
Puedes comenzar a practicar el planteamiento suave en privado transformando una discusión pasada en un planteamiento saludable; así, podrás expresarte con mayor fluidez en caso de vivir un conflicto presente que necesite ser abordado. Si tienes dificultad en tu vínculo de pareja, considera al servicio de Orientación Psicológica de la Universidad.
Psic. Ángeles Reyes Cortés
Orientación Psicológica
Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)
Bibliografía:
- Capafons, J. I., & Sosa, C. D. (2015). Relaciones de pareja y habilidades sociales: el respeto interpersonal. Behavioral Psychology/Psicología Conductual, 23(1).
- Gottman, J. M., & Silver, N. (2000). Quinto principio: resuelve los problemas solubles. En Siete reglas de oro para vivir en pareja. Plaza & Janés. Pp. 106-124
- Iglesias-Garcia, M. T., Urbano-Contreras, A., & Martínez-González, R. A. (2020). Escala de Frecuencia y Respuesta a los Conflictos de Pareja: fiabilidad y validez. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación Psicológica, 3(56), 47.
- Procuraduría Federal del Consumidor (14 de febrero 2020) No eres tú, son nuestras finanzas. Finanzas para parejas. https://www.gob.mx/profeco/documentos/no-eres-tu-son-nuestras-finanzas-finanzas-para-parejas?state=published
- Valdez Medina, J., González Colín, B., Maya Martínez, M., Montes de Oca, M., Gonzáles Arratia, M.., & Gómez Muñoz, M. (2013). Las causas que llevan a la infidelidad: Un análisis por sexo. Acta de investigación psicológica, 3(3), 1271-1279.