Un nuevo año acaba de iniciar y con ello un choque de emociones y actitudes nuevas surgirán ante los sucesos que se irán presentando. Diciembre es un mes en el que hay celebraciones, compañía y gastos en mayor medida por las festividades, lo cual llega a generar alegría y euforia en ese momento. Por otra parte, enero es un mes de nuevos comienzos y emociones. Habrá personas que disfrutan dichas fechas u otros que se sienten tristes o frustrados por las pérdidas que han vivido o por las expectativas que tienen sobre las fechas. Al dar inicio un nuevo año se llega a vivir “la cuesta de enero”, el cual es un periodo donde se hace un ajuste a los costos de los productos y servicios en diferentes sectores, y el reconocimiento de los gastos que se tuvieron un mes previamente (Procuraduría Federal del Consumidor, 2020).
También es caracterizado por el regreso a la rutina pre-navideña, hay un choque con la realidad y tensión por la parte financiera que se tuvo en diciembre, lo cual llega a generar una alteración en la parte emocional pues comienza a generar estrés, culpa, enojo, tristeza, etc., por lo que se hizo o no, previamente. También se vive preocupación o frustración ante querer cumplir los diferentes propósitos que se hicieron y no poder hacerlo por diferentes factores (falta de tiempo, no ser propósitos realistas, esperar que sucedan solos, etc.). De acuerdo con Mejías Vizcarro citado en Paz (2023), la cuesta de enero no sólo afecta a la parte financiera de las personas, llega a influir en el estado emocional, pueden generar depresión, aunque puede ser generado por otros factores.
Existen diferentes recursos para cambiar la actitud ante las finanzas y tener un mejor control en los gastos. Sin embargo, es importante darle importancia al cambio de actitud ante las emociones que se viven en dicha época. Para ello, es necesario reflexionar sobre cómo el cambio de actitud puede ayudar a manejar de mejor forma el cambio emocional tras la época decembrina.
La actitud hay que entenderla como un constructo social que se aprende al interactuar con otros, es una disposición constituida por el conjunto de cogniciones (pensamientos o creencias que se tienen), emociones y conductas hacia una persona, situación o estímulo en particular (Allport, 2018, citado en Correo Mejía, 2019). Para Castillero (2019, citado en Correo Mejía 2019) es la suma de creencias y valores a lo largo del tiempo con la disposición de actuar de una manera en particular. Por lo tanto, con la actitud cada persona afronta la vida o se enfrenta de una manera en particular. Por ejemplo, se puede tener la creencia de que al iniciar un nuevo año, se debe estar trabajando en lograr los propósitos que se realizaron el 31 de diciembre; la actitud es mostrarse motivado y enfocado a lograrlo, sin embargo, si el propósito es ahorrar dinero o hacer ejercicio y al momento de ejecutarlos hay dificultades por el gasto que se tuvo un mes previo o por la falta de condición física para hacer ejercicio, se comenzarán a generar diferentes emociones (enojo, culpa, frustración, etc.) que pueden llevar a dejar de intentarlo.
Recuerda que, las emociones son respuestas de nuestro organismo ante estímulos exteriores (situaciones, pensamientos, etc.). Estas respuestas se manifiestan de forma fisiológica (enrojecer, llorar, sudar, tener palpitaciones, entre otras) y de forma conductual (evitar situaciones, aislarse, compartir, defenderse, entre otras). También, las emociones son respuestas rápidas, espontáneas, intensas y de corta duración (Güell, 2013). Es válido y necesario que se presenten dichas emociones, pero es importante regularlas.
Puede ser que en diciembre gastamos dinero de más al comprar regalos, ropa, asistir a varias reuniones con familia, amigos o conocidos y en la actualidad podemos sentirnos preocupados o culpables por los gastos que hicimos y porque estamos ajustados con el presupuesto actual. Posiblemente, en otros años mi actitud ante dicha situación ha sido evitar revisar las finanzas, trabajar de manera excesiva para tener más ingresos y cubrir deudas, recriminar lo que hice, etc.
¿De qué manera podemos transformar nuestra actitud al manejar las emociones en la cuesta de enero?
- Toma un tiempo para reflexionar qué ocurrió y cómo te hace sentir: Establece un día y espacio para reflexionar y conectar con tu estado emocional.
- Identifica la emoción y la situación que lo desencadenó: Reconoce qué situación te hace sentir la emoción que vives. Dale un nombre a lo que sientes.
- Reconoce los cambios fisiológicos: Pon atención a las respuestas físicas que genera tu cuerpo ante dicha situación. Si te sientes enojado por gastar tanto dinero, ¿qué sientes? Puede ser que sientas un calor, tensión muscular en los hombros, palpitaciones en tu corazón, etc.
- Reconoce los cambios en tu conducta: Identifica cómo estás reaccionando en tus acciones. Siguiendo con el ejemplo del enojo, puede que me estés recriminando e insultando por no tener un control con tus gastos.
- Reflexiona: ¿Esa forma cómo reacciono me ayuda a regular lo que siento? ¿Me siento peor o mejor? ¿Podría hacer algo diferente? Si puedo actuar de forma diferente, ¿a qué me puedo comprometer (deben ser compromisos reales y alcanzables)? Por ejemplo: Reconoce si estás teniendo una forma adecuada de reaccionar ante tu emoción (enojo). No podemos regresar el tiempo para no gastar tanto dinero, pero se pueden hacer compromisos para tener un plan de acción en las finanzas y gastos del próximo mes de diciembre. Se puede procurar un cambio de actitud al enfocarse en las emociones, no negándolas o evitándolas; es decir, siendo más consciente de ellas y aprendiendo poco a poco de las diferentes circunstancias.
- Realiza un diario de emociones: Es cierto que las emociones estarán presentes en todo momento del año y es por ello que puedes dar un primer paso al irlas identificando y regulando. El diario ayuda a que seas más consciente de ellas y registres tus avances o los aspectos que se deben trabajar en mayor medida.
Hay que tener presente que el cambio de actitud no se da de un día a otro, hay que hacer una introspección de manera constante, reconociendo que podemos cambiar de actitud ante las emociones que se van presentando. Es significativo el dar el primer paso al revisar el estado emocional y seguir trabajando en el bienestar.
Psic. Ana Karina Cárdenas Torres
Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP).
Referencias:
Correa Mejía, D. M., Abarca Guangaje, A. N., Baños Peña, C. A., Y Analuisa Aorca, S. G. (2019). Actitud y aptitud en el proceso del aprendizaje. Atlante Cuadernos de Educación y Desarrollo.
Güell, Manel (2013). ¿Tengo inteligencia emocional? Paidos.
Procuraduría Federal del Consumidor (22 de enero de 2022). ¿Cómo superar la cuesta de enero? Administra tus finanzas. https://www.gob.mx/profeco/es/articulos/como-superar-la-cuesta-de-enero-administra-tus-finanzas?idiom=es
Paz, R. (12 de enero de 2023). La cuesta de enero, época de desafíos emocionales. https://www.gaceta.unam.mx/la-cuesta-de-enero-epoca-de-desafios-emocionales/