El estrés se puede definir como la respuesta de malestar físico y emocional, resultado de una situación que se percibe como excedente para la persona y como una amenaza al bienestar personal (Lazarus y Folkman citados en Martín Hernández, et. al., 2003); por lo tanto, podemos decir que el estrés financiero aparece como resultado de la percepción de tener insuficientes recursos económicos o personales para hacer frente a las obligaciones financieras.
Este tema cobra especial interés considerando los resultados obtenidos por la Encuesta Nacional Sobre Salud Financiera (ENSAFI, 2023), en la que se encontró que el 34.9% de la población reportó síntomas de estrés como malestar físico, dolor de cabeza, incomodidad gastrointestinal y cambios en su presión arterial. Este tipo de estrés se puede presentar en momentos clave tales como la llamada “cuesta de enero”, un momento de recuperación económica luego de las fiestas decembrinas.
Uno de los pilares principales para fomentar o fortalecer el bienestar financiero, tiene que ver con el manejo de emociones para una buena toma de decisiones, ya que, hacerlo desde el aspecto emocional, puede derivar en alguno de los siguientes sesgos al momento de tomar decisiones (BBVA, s.f.):
- Exceso de confianza: modificando la percepción de la capacidad personal para resolver problemas o alcanzar metas. P. je. gastar en exceso al recibir el pago o salario por la percepción de tener todo el dinero disponible.
- Sesgo en el presente: considerando sólo la gratificación inmediata como justificación para tomar decisiones impulsivas. P. ej. aprovechar una buena oferta de un producto o servicio innecesario.
- Intolerancia a la pérdida: se le da un valor mayor a la posible pérdida que a una ganancia a largo plazo o menor. P. ej. comprar un producto hasta que sea realmente necesario.
Una manera de poder manejar las emociones consiste en:
- Identifica el qué: toma un momento para identificar emociones y pensamientos en torno a las preocupaciones económicas. Puedes tomar nota de ello. P. ej. preocupaciones de gastos, ingresos, deudas, etc.
- Clasifica las preocupaciones: es común encontrarnos frente a escenarios de cosas que no están bajo tu control y otras que sí. Busca ambos aspectos de la situación y toma nota de ello. P. ej. un gato imprevisto y necesario no está bajo tu control. Una compra innecesaria, sí.
- Aceptación: permítete aceptar aquellos aspectos que no están bajo tu control actuando en correspondencia con ello. P. ej. Un gasto imprevisto por enfermedad: no está bajo tu control enfermar, pero pagar lo necesario para preservar la salud es una forma de aceptación.
- Resuelve: puedes identificar los aspectos donde sí es viable generar cambios y hacerlos. P. ej. Llevar un registro de gastos para saber en qué gastas más y en qué puedes hacer un ajuste, realizar el pago de tarjetas de crédito para no generar intereses o planificar los pagos necesarios para no vivirlos como una crisis inesperada.
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Psic. Ángeles Reyes Cortés
Orientación Psicológica
Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)
Bibliografía.
BBVA, (s.f.) Qué es la psicología financiera y cómo influyen las emociones en la inversión. https://www.bbva.com/es/salud-financiera/que-es-la-psicologia-financiera-y-como-influyen-las-emociones-en-la-inversion/
Encuesta Nacional Sobre Salud Financiera ENSAFI (2023) https://www.condusef.gob.mx/?p=contenido&idc=2448&idcat=1#:~:text=Por%20su%20parte%2C%2045.4%20%25%20dijo,nivel%20era%20bajo%20o%20nulo.
Martín Hernández, P., Salanova Soria, M. & Peiró Silla, J. M.(2003). El estrés laboral:¿Un concepto cajón-de-sastre?. Proyecto social: Revista de relaciones laborales, (10), 167-185.