De acuerdo con García García (2019), los hábitos se pueden definir como: “una serie de conductas y actividades adquiridas por actos que se repiten, es la acción que mientras más la repetimos el ser humano las adquiere en su vida, y la lleva a cabo diariamente” (p. 76). Por lo tanto, las acciones que realizamos día a día como parte de la rutina, contribuyen a alcanzar o no un objetivo o meta propuesta, de manera que revisar los “buenos” o “malos” hábitos permitirá tomar decisiones de manera consciente y enfocada hacia la meta propuesta, como puede ser el fortalecer el aprendizaje.
Los fines del aprendizaje
El aprendizaje implica un cambio duradero en la conducta como resultado de la experiencia previa (Domjan, 2016) por lo que el criterio para determinar que se ha aprendido algo, tiene que ver con el hecho de adquirir aprendizajes significativos, es decir, aprendizajes que se lleven a la vida cotidiana y no sólo la memorización de contenidos, lo cual se consigue principalmente al integrar los conocimientos previos a los actuales (Matienzo, 2020). Asimismo, si contextualizamos el aprendizaje en torno a los fines de la educación, se pueden identificar valores como la libertad, responsabilidad y aplicabilidad en el ámbito social (León, 2012), por lo cual, no bastará con la memorización de los contenidos sino de la apropiación de los mismos.
Hábitos saludables
Como toda actividad que representa un esfuerzo, es importante preparar las condiciones necesarias básicas para lograrlo como aquellas relacionadas al autocuidado (Andrade et. al, 2022):
- Alimentación y descanso: es importante tener en consideración que el estudio implica un consumo de energía ya que hay un desgaste físico y mental, por lo cual es básico tener cubiertas ambas necesidades para que sea posible realizar la tarea de aprendizaje.
- Relajación y esparcimiento: los espacios de convivencia con seres queridos, así como las actividades de relajación como meditación o actividades recreativas, permiten poner una pausa a las responsabilidades y generar emociones agradables.
- Ambiente adecuado: disponer del espacio permitirá tener un área de atención al estudio y alejar posibles distractores.
- Socializar: evitar el aislamiento ayudará a tener conversación con otros compañeros y/o profesores para aclarar dudas, compartir ideas o ampliar conocimientos; por lo tanto, es importante aprovechar cada momento de interacción con los otros para evitar el estrés de resolver las cosas en aislamiento.
Estrategias de aprendizaje efectivas
Moreno et. al (2020) realizó un pequeño estudio con universitarios acerca de las estrategias de aprendizaje que utilizan los estudiantes de alto rendimiento con mayor frecuencia y los resultados fueron los siguientes:
- Estrategias de elaboración y organización: tomar nota dentro de clases y resúmenes de los contenidos (59%), identificar lo que no entienden para pedir apoyo de los docentes (59%) y resolver ejercicios para un mejor procesamiento de la información que permita tener un aprendizaje significativo (63%).
- Tiempo dedicado al estudio: gestión y distribución de tiempo en donde priorizaron mayor número de sesiones al estudio con menor tiempo en lugar de una mayor cantidad de tiempo por sesión (78%).
- Planificación, control y regulación: tener un espacio designado al estudio y fijarse metas determinadas para estudiar el contenido de la materia y también para revisar lo que no comprenden del tema (35%).
- Estudiar en grupo: reunirse con compañeros para aclarar dudas de los temas (28%)
- Manejo del ambiente: estudiar en un espacio tranquilo y designado para el estudio (9%)
Estrategias de aprendizaje inefectivas
Así como existen estrategias de aprendizaje efectivas, también existen aquellas que son menos efectivas. Ruiz Martín (2020) hace mención de algunas estrategias de estudio inefectivas para el aprendizaje:
- Sobreestudiar: realizar una misma actividad en una misma sesión de estudio no mejora la memoria, lo mejor es estudiar en diversas sesiones espaciadas en el tiempo.
- Releer: si bien representa un menor esfuerzo, sólo tiene resultados a corto plazo, para tener un aprendizaje significativo es imprescindible la comprensión del texto que, aunque representa mayor esfuerzo, es una inversión considerando los resultados a largo plazo.
- Copiar textos: realizar transcripciones de los textos impedirá que haya una reflexión sobre lo que se está revisando y, por consiguiente, no habrá aprendizaje, sólo genera la sensación de familiaridad que al igual que releer, sólo funciona a corto plazo.
En el estudio de Moreno et. al. (2020) se identificó que los estudiantes de bajo rendimiento solían tener malas prácticas como las mencionadas anteriormente, entre ellas: estudiar largos periodos en fechas cercanas al examen (82%), trabajar y estudiar al mismo tiempo (65%), lecturas repetidas no para aprender sino para memorizar (35%).
Se puede concluir que para alcanzar los fines del aprendizaje, es importante una acción de involucramiento en el que constantemente se trabaje para hacerlo parte de los hábitos cotidianos al momento de estudiar, empieza a modificar los hábitos inefectivos eligiendo uno de los efectivos y practícalo continuamente a lo largo de una semana, posterior a ellos puedes empezar a incorporar uno más o bien, cuando tengas dominado el anterior.
Psic. Ángeles Reyes Cortés
Orientación Psicológica
Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)
Bibliografía:
Andrade, P. H., Lerma, A. J. C. & Castañer, M. E. C. (2022). Autocuidado, afrontamiento e inteligencia emocional en estudiantes universitarios. Revista INFAD de Psicología. International Journal of Developmental and Educational Psychology., 1(1), 327-340.
García, Z. G. (2019). Hábitos de estudio y rendimiento académico. Boletín Redipe, 8(10), 75-88.
Domjan, M. (2016) Capítulo 1: Antecedentes y justificación para el estudio del aprendizaje y la conducta. En: Principios de aprendizaje y conducta. pp 1-8
Matienzo, R. (2020). Evolución de la teoría del aprendizaje significativo y su aplicación en la educación superior. Dialektika: Revista De Investigación Filosófica Y Teoría Social, 2(3), 17–26. Recuperado a partir de https://journal.dialektika.org/ojs/index.php/logos/article/view/15
Moreno, J., Chiecher, A., & Paoloni, P. (2020). Trayectorias de ingresantes universitarios y estrategias de aprendizaje: sus implicancias en el rendimiento académico. Revista de Educación. 44(2), 2215-2644.
León, A. R., (2012). Los fines de la educación. Orbis. Revista Científica Ciencias Humanas, 8(23), 4-50.


