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Hábitos que mejoran o perjudican la memoria


Las formas como recuerdas las cosas tienen que ver también con tu estado personal, físico y emocional. Como recuerdas, no siempre es tan cierto como sucedió, pero puedes mejorar la memoria a través de la generación de hábitos. Un hábito es una rutina o práctica que se realiza de manera regular; una respuesta automática a una situación específica. (Clear, 2018)

La memoria es un proceso cognitivo mediante el cual retenemos y recurrimos a nuestras experiencias previas para utilizar esa información en el presente, empleando mecanismos dinámicos asociados con el almacenamiento, retención y recuperación de la información anterior. (Sternberg, 2013)

Conforme a la encuesta nacional de salud mental (ENASEM, 2023), se observó que tanto mujeres como hombres reportaron una calidad más baja de la memoria conforme avanza la edad. Según sexo, la diferencia más pronunciada se presentó en el grupo de 53 a 59 años: 52.5 % de las mujeres calificó su memoria como regular o mala, en comparación con 41.5 % de los hombres. En el grupo de 60 años y más, 62.5 % de mujeres y 56.4 % de hombres respondieron que su memoria era mala o regular. Sabemos que hay una tendencia a reportar problemas de memoria conforme avanza la edad y las habilidades para una mejor memoria se pueden reforzar a través de hábitos.

La ventaja de los hábitos es que gracias a ellos hacemos cosas de manera automática sin tener que pensar. El inconveniente de los hábitos es que te acostumbras a hacer las cosas de cierta manera y dejas de poner atención a los pequeños errores. Asumes que estás mejorando porque estás adquiriendo experiencias. Pero, en realidad, solamente estás reforzando tus hábitos actuales, no mejorándolos.

La reflexión y la revisión de lo que realizas en lo cotidiano habilitan la mejora a largo plazo de todos los hábitos porque te hacen consciente de tus errores y te ayudan a considerar diversos caminos para lograr una mejora. La mejora no se trata solamente de aprender hábitos, también se trata de afinarlos. La reflexión y la revisión aseguran que pasas tu tiempo haciendo las cosas acertadas y que haces correcciones de curso cuando es necesario.

Para mejorar tu memoria, intenta llevar a cabo los siguientes puntos:

La exposición: atiende a nueva información visual, escrita o escuchada. Estos estímulos pasan por un proceso de discriminación donde toman relevancia y se concentran en las unidades de información que se reforzarán para la memoria. Por ejemplo: mantener la atención a distintos aspectos de una fotografía o escuchar distintas canciones puede favorecer el recuerdo de la información.

La concentración: mantén tus sentidos enfocados en lo que quieres memorizar, como palabras, aromas o sonidos. Puedes enfocarte en los conceptos que deseas aprender. Observa el entorno y memoriza el olor, las formas así como los colores.

La repetición: consiste en repetir los conceptos las veces necesarias. Encontrar la idea principal de lo que estamos tratando de memorizar sirve entre más veces repitas una lección. Intenta generar repeticiones mentales de un tema o hacer listados y trata de memorizarlos.

La imaginación: se le reconoce como la capacidad creativa de integrar nuevos conceptos y/o integrando nuevas características. Puedes planear cómo lo dirías frente a tus compañeros, qué conceptos te gustaría explicar y ensayar lo que te gustaría mostrar.

La relación: son los conceptos que se van integrando en nuestra mente. Puedes asociar aspectos por características generales o por área de aprovechamiento. Esto puedes apreciarlo al escuchar y ver una noticia en televisión: ambos elementos -mirar imágenes y relacionarlas con lo escuchado- fortalecen el recuerdo de la información. 

La reflexión: piensa en los resultados obtenidos y plantea puntos clave de los mismos hasta que te sea más sencillo encontrar la respuesta en tu propia experiencia.

Así como puedes beneficiar el recuerdo de información con determinados hábitos, también existen algunos que pueden perjudicar tu memoria como: mantener una actitud desinteresada de las cosas, evitar el descanso por periodos prolongados, no alimentarte de manera adecuada, evitar la expresión de lo que te afecta a nivel personal y/o consumir regularmente sustancias como el alcohol o tabaco.

Recuerda que, ante alguna dificultad que tengas para elaborar de manera autónoma la información anterior, puedes acercarte al servicio de Orientación Psicológica.

Psic. Alberto Bárcenas García
Orientación Psicológica
Programa de Éxito Académico y Profesional  (PEAP)

Bibliografía:

Clear, James. (2018) Hábitos Atomicos. México, 1ra Ed. Editorial Paidos. Pp.6,8.
Sternberg R. (2011) Psicología cognoscitiva. México, 5ta Ed. CENGAGE Learning Pp. 180.INEGI, 2023. ENCUESTA NACIONAL DE SALUD MENTAL, ENAME. 2023 en https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2023/ENASEM/ENASEM_21.pdf