Los cambios de actitud mejoran nuestra vida

Los cambios de actitud mejoras nuetra vida

Antes de hablar sobre las actitudes y sus características, te invito a que te hagas la siguiente pregunta: ¿cuál es el cambio de actitud que quiero conseguir?

Como sabrás, hay una serie de elementos en nuestra vida, nuestra crianza y nuestros valores que nos convierten en las personas que somos hoy en día. Tomemos como ejemplo una definición clásica de actitud establecida por Allport, que la consideraba “un estado de disposición mental y nerviosa, organizado mediante la experiencia, que ejerce un influjo directivo dinámico en la respuesta del individuo a toda clase de objetos y situaciones” (Allport, 1935, en Martín-Baró, 1988).

¿Cómo definimos la actitud?

La actitud implica una organización, es decir, una relación entre aspectos cognitivos, afectivos y conductuales; tiene un papel motivacional de impulso y acción, pero sobre todo es aprendida, es perdurable y tiene un componente de afectividad simple de agrado o desagrado.

¿En qué consiste la actitud?

Hasta ahora notamos que toda actitud incluye tres componentes:

1. Cognitivo: se refiere a la forma como es percibido el objeto, situación o evento.

2. Afectivo: es decir, todos los sentimientos de agrado o desagrado hacia el objeto o situación.

3. Conductual: son las intenciones conductuales ante el objeto de actitud.

Tras lo anterior, tenemos más claro que en las actitudes podemos hacer modificaciones que a veces son necesarias, ya que en el entorno notamos que hay deficiencias; o quizá, porque algunas personas te han hecho notar que tu actitud no es productiva o positiva para ciertas circunstancias de la vida.

Ahora pregúntate: ¿qué personas te han dicho que tu actitud es mala?

Para comenzar a hacer un cambio en ellas acepta que tus pensamientos o emociones son válidos, pues cada persona experimenta las emociones de una manera única. Aunque es válido querer cambiar algo de nosotros, primero debes reconocerte a ti mismo(a).

Después, cuestiona la raíz de tu actitud. Pregúntate de dónde viene esta actitud que tienes de la vida: sí, a veces la vida no es justa pero, ¿por qué vivirla como algo insoportable o insufrible? Hay que ser autorreflexivo y comenzar a cuestionar, ¿cuál es la actitud con la que me gustaría enfrentarme a esta situación, evento o acontecimiento?

Una nueva actitud

Para comenzar la autorreflexión interrógate: ¿cuál me gustaría que fuera mi nueva actitud? Es de mucha ayuda poner a prueba una nueva actitud. Sigue cuestionándote: ¿qué haría diferente? ¿Cómo actuaría? ¿Cómo haría frente a esas situaciones que me generan malestar? ¿Cómo los demás se darían cuenta que estoy teniendo una nueva actitud?

No lo forces, solo piensa qué estarías haciendo diferente para que en tu entorno noten este cambio y, además, recuerda siempre poner prioridad a los conflictos que requieran este cambio. Un pensamiento importante es el siguiente: pasamos la vida preguntándonos por qué nos pasa lo que nos pasa sin pensar antes si es necesario un cambio. ¿Qué te está impidiendo que lo hagas hoy?

¿Cómo encontrar la felicidad?

La felicidad es un gran tópico, muchos la desean, muchos quieren ese equilibrio y bienestar; sin embargo, no estamos tratando intensamente. Las personas funcionamos con base en esquemas mentales que nos permiten actuar de modo automático y esto nos predispone a reaccionar ante situaciones que nos generan malestar o problemas en nuestro día. Entonces, si ya actúas con una actitud basada en un esquema preconcebido, cambiarla requiere esfuerzo. Inténtalo cada vez más fuerte. Piensa que es como una bola de estambre: si empiezas a enrollar, cada vuelta es una nueva acción que haces; pero, si dejas de hacerlo, la bola de estambre se enreda y después desenredar se vuelve algo engorroso y acercarte a la felicidad será cada vez más lejano.

Por último, recuerda esto: aptitud antes que actitud. La aptitud es la capacidad de una persona para adquirir una nueva habilidad, mientras que la actitud es el resultado de creencias y emociones.

La aptitud se asocia con la inteligencia, mientras que la actitud afecta la personalidad y el comportamiento. La actitud sustenta el carácter, las virtudes y los valores morales; en cambio, la aptitud determina si la persona es capaz de desarrollar las habilidades deseadas para realizar una tarea. Parece que a veces cuesta mucho hacer el cambio, pero nuevamente te invito a estar constantemente reflexionando para sacar lo mejor de ti.

No olvides aquello que te hace feliz. ¿Cómo quieres o cómo te gustaría que los demás te vean? Sobre todo, aquellos a quienes quieres y que en algún momento has afectado por tu actitud. Ellos también merecen conocer las partes buenas de ella.

Psic. Paola Merino Montoya

Orientación Psicológica

Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)

 

Referencias:

Arias, A.V., Morales, J.F., Nouvilas, E. y Martínez, J.L. (2012). Psicología social aplicada. España.Editorial médica Panamericana.

Galimbertti, U. (2002). Diccionario de psicología. México. Siglo XXI editores, s.a de c.v

Mujica,  A.,  Guido,  P.,  Mercado,  S.,  (2011).  Actitudes  y  comportamiento  lector:  Una aplicación de la teoría de la conducta;  http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729