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Trampas del pensamiento: sesgo de estereotipo


El sesgo de pensamiento de estereotipo es un fenómeno cognitivo que se manifiesta cuando se aplican generalizaciones simplificadas y, a menudo, inexactas a grupos enteros de personas. Estas generalizaciones pueden basarse en características como la raza, el género, la edad o la nacionalidad, entre otras, y afectan la manera en que percibimos y nos relacionamos con los demás.

Al hablar de estereotipos, estos se refieren a las características básicas de un sistema de categorías sociales, como normas y ejemplos prototípicos; surgen de la necesidad humana de categorizar el mundo que nos rodea. Es evidente que algunos estereotipos son falsos y que la construcción de estereotipos tiene graves consecuencias sociales y en la toma de decisiones. Un ejemplo sería pensar siempre en lo que es bueno o malo para uno mismo de forma automática (Kahneman, 2011).

Los estereotipos se generan en nuestro cerebro cuando intentamos simplificar la información para procesarla más fácilmente, agrupando a las personas en categorías. Sin embargo, esta simplificación conlleva el riesgo de ignorar las diferencias individuales y las experiencias únicas de cada persona. Si no reconocemos que a menudo juzgamos a los demás sobre la base de estereotipos, o que la forma específica en que se presenta una información puede sesgar nuestros juicios, no podremos tomar medidas para corregir tales errores. Peor aún, somos más propensos a confundir nuestras propias interpretaciones de las cosas con la verdad absoluta y a asumir que quienes no comparten nuestras perspectivas están equivocados (Aronson, 2005).

Además de la explicación sociocultural sobre el origen de los estereotipos y los prejuicios, también se ha determinado un origen cognitivo de los mismos (Navarro et al., 2012).

La heurística representativa se utiliza a menudo para formar impresiones y emitir juicios sobre otras personas. La primera información que recopilamos sobre una persona es información sobre su género, raza, atractivo físico y estatus social, lo que generalmente se asocia con reglas simples que guían el pensamiento y el comportamiento. El estereotipo es tan poderoso que, cuando alguien se ajusta a él, sencillamente no vemos otros aspectos (Gladwell, 2006).

Es importante destacar que los estereotipos pueden tener consecuencias significativas en diversos ámbitos, incluyendo:

  • La forma en que interactuamos con los demás, ya que corremos el riesgo de asumir que una persona es menos competente en su trabajo debido a su raza, condición o género, limitando sus oportunidades y generando conflictos interpersonales.
  • En el ámbito laboral, los estereotipos pueden influir en decisiones de contratación, promociones y evaluaciones de desempeño. Esto no solo perjudica a los individuos afectados, sino que también puede afectar la dinámica y la productividad del equipo.
  • En la educación, los estereotipos pueden influir en las expectativas de los maestros hacia sus estudiantes.
  • En la comunicación social, ya que los estereotipos refuerzan creencias erróneas y crean una representación sesgada de ciertos grupos.
  • En cuanto a los factores cognitivos, se han identificado las inferencias erróneas como un factor explicativo y predictivo de los prejuicios. Un ejemplo de inferencia errónea es la ilusión de correlación, en la que se asocia la amabilidad con el género de una persona.

Es relevante fomentar la conciencia y la educación para mantener a raya el sesgo de pensamiento de estereotipo. Algunas estrategias que se pueden utilizar son:

  • Promover la educación sobre diversidad, generalidades e inclusión para poder reconocer nuestros propios estereotipos.
  • Exponerse e interactuar con personas de diferentes orígenes para fomentar una mayor comprensión.
  • Realizar una autoevaluación y reflexión de nuestros propios prejuicios para cambiar patrones de pensamiento.
  • Fomentar la empatía a través de experiencias compartidas.
  • Cuidar las palabras que usamos, qué y cómo lo decimos, ya que el lenguaje que utilizamos puede perpetuar o ayudar a romper los estereotipos.

El sesgo de estereotipo genera un panorama de toma de decisiones conformado por expectativas y no por experiencias, que es donde generalmente se toman las decisiones. Si consideras necesario mejorar la comunicación con los demás o aprender nuevas formas de expresarte, acércate al servicio de Orientación Psicológica de la Universidad.

Psic. Alberto Barcenas García
Orientación Psicológica
Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)

Referencias:Aronson, J., & Williams, J. (2004). la amenaza del estereotipo.New York: New York University
Gladwell, M. (2013). Inteligencia intuitiva: ¿Por qué sabemos la verdad en dos segundos?. España: Penguin Random House Grupo Editorial España.
Kahneman, Daniel, (2011). Pensar rápido, pensar despacio. Editorial De Bolsillo, Barcelona, España
Navarro Carrascal, O., Prevert, A., & Bogalska-Martin, E. (2012). La discriminación social desde una perspectiva psicosociológica. Revista De Psicología Universidad De Antioquia, 4(1), 7–20. https://doi.org/10.17533/udea.rp.13327
Unicef, (2023) GUÍA PARA UNA CRIANZA LIBRE DE ESTEREOTIPOS Dirigida a madres, padres y personas adultas que cuidan. consultado en: https://www.unicef.org/uruguay/media/9531/file/Gu%C3%ADa%20para%20una%20crianza%20libre%20de%20estereotipos.pdf