El síndrome de Estocolmo es un término que se utilizó por primera vez en Suecia en 1973 por Nils Bejerot para describir un fenómeno paradójico de vinculación afectiva entre los rehenes y sus captores en el transcurso de un asalto a un banco en Estocolmo (Gordon, 2005; Wong, 2005). Este comportamiento aparentemente paradójico se atribuye a factores como el miedo a la muerte, la desorientación emocional y la identificación con la perspectiva del secuestrador.El Síndrome de Estocolmo no se limita a situaciones de secuestro; también se ha observado en casos de abuso doméstico, con prisioneros de guerra y en otras situaciones en las que una persona está bajo el control de otra. De acuerdo con la teoría del Síndrome de Estocolmo, este apego paradójico es una estrategia para enfrentar y terminar con dicho abuso (Graham et al., 1995). Graham (1994) planteó su teoría del Síndrome de Estocolmo partiendo de la consideración de que las paradojas incluyen profesar “amor” a las personas que los abusan, defendiéndolos incluso después de fuertes golpes, culpándose por el abuso infligido hacia su persona, o negando o minimizando la naturaleza amenazante del abuso. Asimismo, estos autores propusieron que hacer frente a una amenaza prolongada y grave a la supervivencia hace que la víctima internalice la dinámica cautivo-captor y la generalice en sus relaciones con los demás. Esta generalización da como resultado cambios en el funcionamiento interpersonal que incluyen: a) división, b) ira desplazada, c) pérdida del sentido de sí mismo. Además, el cautivo desarrolla numerosas distorsiones cognitivas y perceptuales como una defensa contra el terror, incluida la negación, la racionalización y la minimización del abuso.
¿Cómo identificar el síndrome de Estocolmo?
Hacer lo anterior es un proceso complicado y requiere la evaluación de un profesional de la salud mental. Sin embargo, aquí hay algunos signos que podrían indicar la presencia de este síndrome.
- Empatía excesiva hacia el captor
- Racionalización de las acciones del captor
- Miedo o resistencia a la ayuda externa
- Identificación con el agresor
- Negación de la propia realidad
- Síntomas de estrés postraumático: Experimentar síntomas comunes de estrés postraumático, como pesadillas, flashbacks, hipervigilancia o evitación de situaciones relacionadas con el trauma.
- Cambios en la personalidad y el comportamiento
El tratamiento del Síndrome de Estocolmo involucra la intervención de profesionales de la salud mental, como psicólogos o psiquiatras. Aquí te compartimos algunas estrategias que se pueden considerar para entender y abordar el síndrome de Estocolmo:
- Terapia psicológica:
- La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ser útil para identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales.
- La terapia de apoyo emocional puede proporcionar un espacio seguro para que la persona exprese sus emociones y trabaje a través de sus experiencias.
- Construcción de autoestima:
- Trabajar en la autoestima y la autoaceptación es esencial para ayudar a la persona a desarrollar una identidad más fuerte y reducir la dependencia emocional del captor.
- Apoyo social:
- Fomentar conexiones con amigos y familiares puede proporcionar un sistema de apoyo valioso y contribuir a la reconstrucción de la vida después de la experiencia traumática.
- Educación sobre relaciones saludables:
- Proporcionar información y educación sobre lo que constituye una relación saludable puede ayudar a la persona a comprender y establecer límites adecuados en futuras relaciones.
- Tratamiento farmacológico
Es fundamental tener en cuenta que el tratamiento debe adaptarse a las necesidades específicas de cada individuo y que el proceso de recuperación puede llevar tiempo. La participación activa y la colaboración entre el individuo y el profesional de la salud mental son esenciales para abordar efectivamente el síndrome de Estocolmo. Si percibes que tus relaciones interpersonales, ya sean de amistad o de pareja, llegan a regirse por una descripción o semejanza con lo abordado en el texto, no descartes hacerte escuchar en nuestro servicio de orientación psicológica.
Psic. Thania Berenice Aragón Velázque
Orientación Psicológica
Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)
Referencias
Rizo-Martínez, L., Dueñas-Moreno, L. y Santoyo-Telles, F. (2020). El Síndrome de Estocolmo en Mujeres Mexicanas Víctimas de Violencia de Pareja. Anuario de Psicología Jurídica, 30(1), 55 – 62. https://doi.org/10.5093/apj2019a16.
Rizo-Martínez, L. E. (2018). El síndrome de Estocolmo: una revisión sistemática. Clínica y Salud, 29, 81-88.


