¡Sorpresa! ¡Eso no me lo esperaba!

Sorpresa Eso no me lo esperaba

¿Alguna vez te han preparado una fiesta de la que no te habías enterado? ¿Te han hecho un regalo inesperado? O, por el contrario, ¿has recibido una mala noticia de manera repentina? Imagina por un momento alguna de estas situaciones, ¿qué expresión recuerdas haber tenido? ¿Cuáles fueron las primeras sensaciones que experimentaste en tu cuerpo? Esto fue una sorpresa ¿verdad?

Pero, ¿qué es la sorpresa?

La sorpresa es una emoción básica adaptativa que surge del resultado de acontecimientos inesperados, repentinos o extraños; indica asombro o desconcierto, es de breve duración y desaparece con rapidez.

Ésta se encuentra clasificada en las emociones neutras o universales, ya que además de expresarse e interpretarse por una expresión facial idéntica, no es positiva ni tampoco negativa, en todo caso lo positivo o negativo serían las emociones o sentimientos subsecuentes que desencadena.

Dura poco y pasa mucho en nuestra vida cotidiana

Recuerda la situación que imaginaste al inicio del texto. Ahora, describiremos algunas de las características más comunes de la sorpresa y, al terminar, reflexiona, ¿cuál de éstas experimentaste? Los principales indicadores de que una persona está sorprendida son: ojos más abiertos que de costumbre, con mirada fija en el objeto o persona que genera la emoción, boca abierta o entreabierta, frente fruncida y una actitud expectante y observadora de la situación. Ahora ¿cuáles te ocurren a ti?

Beneficios y perjuicios de la sorpresa

Beneficios: fomenta la curiosidad, la atención y el aprendizaje; permite responder ante situaciones de cambio; desarrolla nuevas habilidades y estrategias de solución.

Perjuicios: Uno de los principales es que, si esta emoción es prolongada, podemos permanecer en un estado de desorientación, corriendo el riesgo de no poder reaccionar ni adaptarnos ante nuevas circunstancias.

¿Cómo poder gestionarla?

A continuación te compartimos 7 pasos para que lo inesperado pase a ser solucionado.

  1. Conócete en la emoción: puedes escribir o dibujar aquellas señales que te manda tu cuerpo cuando estás sorprendido. Pregúntate ¿cómo vivo la sorpresa? ¿qué me indica que la sorpresa esté presente? ¿qué pienso, qué siento y cómo actúo cuando estoy sorprendido?
  • Sé autocompasivo: son acontecimientos inesperados. La clave es entender que el ser humano está acostumbrado a anticipar y prevenir, por lo que es normal y válido experimentar confusión, miedo, desconcierto o incertidumbre cuando vivimos situaciones inesperadas.
  • La mente sabia es tu gran aliado: emoción y razón equilibradas generan buenos resultados. Una vez que le hayas dado espacio y validez a esas otras emociones o sentimientos, es momento de escuchar a la razón. Reflexiona y piensa en lo siguiente: ¿Qué ha cambiado en mi vida con esta sorpresa?
  • Elabora un plan de acción: ¡manos, cerebro y corazón a la obra! Pregúntate ¿Qué me gustaría y/o tengo y puedo hacer? ¿Qué recursos (tanto materiales como inmateriales), habilidades y valores puedo usar para resolver esta situación? ¿Quiénes pueden ayudarme durante este proceso? ¿Qué opciones tengo? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de hacerlo? ¿Cuáles serían mis posibles resultados? Es importante que cada respuesta sea lo más práctica, factible y realista posible.
  • Llévalo con calma: si la situación te lo permite, elabora toda esta reflexión en un espacio de tranquilidad.
  • Ejecuta el plan. Lleva a cabo lo que pensaste para resolver ese estado de sorpresa y estar más consciente para seguir interactuando eficientemente con los demás.
  • Evalúa: Una vez que se ha realizado, tómate unos minutos para valorar aquello que hiciste de manera satisfactoria, felicítate y reconócelo, así como aquello que puedes mejorar: es normal que no todo salga como se planeó. Acabas de actuar después de algo sorpresivo, por ello, vuelve a la autocompasión y busca opciones de mejora.

El ser humano está expuesto a pasar incontables eventos inesperados, es natural experimentar sorpresa, misma que, dependiendo de las características de la situación y de la manera en que la interpretemos, desencadenará otras emociones o sentimientos.

Aprender a gestionarla las emociones de la sorpresa es importante ya que a través de esta estrategia podemos disfrutar de este acontecimiento y/o enfrentar aquellos obstáculos que se presenten. En caso de encontrar dificultades que te sobrepasan, después de estos acontecimientos, no dudes en acudir con un profesional de la salud.


Psicóloga Frida Segura Zamudio

Orientación Psicológica

Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)

REFERENCIAS

  • Chóliz, M. (2005). Psicología de la emoción: el proceso emocional. Universidad de
  • Valencia. Disponible en: https://www.uv.es/choliz/Proceso%20emocional.pdf.
  • Labrador, F. (coord). (2008). Técnicas de modificación de conducta. España: Ediciones Pirámide.
  • Pallarés, M. (2010). Emociones y sentimientos: dónde se forman y cómo se transforman.España: Marge Books.