Violencia-mujeres-salud emocional

Violencia, mujeres y salud emocional


La salud emocional es un componente esencial del bienestar integral y, en el caso de las mujeres, está influenciada por múltiples factores biológicos, sociales, culturales y psicológicos. Las mujeres enfrentan desafíos particulares en este ámbito, que merecen atención específica tanto desde la investigación científica como desde las políticas públicas y la vida cotidiana.

¿Qué es la salud emocional?

La salud emocional se refiere a la capacidad de manejar adecuadamente las emociones, enfrentar el estrés, establecer relaciones significativas y adaptarse a los cambios y desafíos de la vida. Está estrechamente relacionada con la salud mental, pero se enfoca más en el equilibrio emocional y el bienestar afectivo diario.

Factores que influyen en la salud emocional de las mujeres

1. Biología y hormonas

El ciclo menstrual, el embarazo, el posparto, la menopausia y los cambios hormonales están ligados a alteraciones en el estado de ánimo. Por ejemplo, el trastorno disfórico premenstrual (TDPM) o la depresión posparto son condiciones específicas que afectan a mujeres debido a cambios hormonales. Estudios muestran que las mujeres son el doble de propensas que los hombres a experimentar depresión, en parte debido a factores hormonales y psicosociales (Albert, 2015).

2. Roles sociales y carga emocional

Muchas mujeres enfrentan una “doble jornada” al equilibrar trabajo, cuidado del hogar y crianza. Esta carga emocional puede llevar al agotamiento y aumentar el riesgo de ansiedad o depresión. La sobrecarga de tareas no remuneradas en el hogar y la desigualdad en las responsabilidades familiares son fuentes significativas de estrés emocional femenino (WHO, 2021).

3. Violencia de género

El maltrato físico, psicológico y sexual tiene un impacto devastador en la salud emocional. La violencia de pareja, el acoso y la discriminación son factores de riesgo para desarrollar trastornos de ansiedad, depresión e incluso suicidio. La OMS estima que una de cada tres mujeres ha experimentado violencia física o sexual en algún momento de su vida (WHO, 2021).

4. Autoimagen y presión social

Los estándares de belleza y el papel de la mujer en los medios generan presión constante, especialmente en adolescentes y jóvenes, afectando la autoestima y contribuyendo a trastornos alimentarios y ansiedad social.

Claves para promover la salud emocional en mujeres

  • Apoyo social y redes de contención: La calidad de las relaciones interpersonales es un factor protector clave.
  • Acceso a servicios de salud mental sensibles al género: El enfoque debe ser integral y libre de estigmas.
  • Educación emocional desde edades tempranas: Incluir herramientas de gestión emocional en contextos escolares y familiares.
  • Empoderamiento femenino: Promover la autonomía y la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones sobre su cuerpo, salud y vida.

Cuidar la salud emocional de las mujeres es una responsabilidad compartida entre individuos, comunidades y estados. Visibilizar sus desafíos y promover estrategias de autocuidado, educación emocional y equidad de género es fundamental para construir una sociedad más saludable y justa. Si atraviesas alguna de las situaciones anteriores y no sabes cómo abordarlas, no dudes en registrarte en nuestro servicio de orientación psicológica.

Psic. Thania Berenice Aragón Velázquez
Orientación Psicológica
Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)

Referencias

Albert, P. R. (2015). Why is depression more prevalent in women?. Journal of Psychiatry & Neuroscience, 40(4), 219–221. https://doi.org/10.1503/jpn.150205
Organización Mundial de la Salud (OMS). (2021). Violencia contra la mujer. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/violence-against-women
American Psychological Association (APA). (2018). Women’s mental health. https://www.apa.org/pi/women/programs/mental-health
Naciones Unidas (ONU Mujeres). (2020). El progreso de las mujeres en el mundo. https://www.unwomen.org/es/digital-library/publications/2020
Piccinelli, M., & Wilkinson, G. (2000). Gender differences in depression. Critical review. The British Journal of Psychiatry, 177(6), 486–492.