Tips para presentar una entrevista de trabajo ejecutiva. ¡Consigue tu trabajo soñado!
Seguramente más de una vez se has pregunta ¿cómo vestirse para una entrevista laboral? ¡Tranquila! nosotros te decimos como.Decidir qué atuendo utilizar no tiene por qué ser una decisión complicada si se consideran la sobriedad, el buen gusto y el puesto deseado.
Tener los conocimientos y habilidades requeridos para un puesto puede ser insuficiente. Asimismo la actitud, presencia y porte ejecutivo son esenciales para cubrir por completo las necesidades que una empresa requiere de sus colaboradores. Y así como uno se atavía de manera particular para asistir a eventos especiales, de igual forma ha de ponerse la atención adecuada al arreglo personal cuando se acude a una entrevista de trabajo.
Aunque no existen reglas escritas en relación con la vestimenta, aquí te presentamos los siguientes consejos para proyectar la seriedad que la situación requiere:
● Prefiere un conjunto de vestir de pantalón.
● Utiliza colores neutros.
● No abuses del maquillaje, lo mejor es mostrar un aspecto natural.
● Sé discreta con la joyería, y no lleves nada que haga ruido (como pulseras con colgantes).
● Evita ser demasiado llamativa, por ejemplo, con el uso de las uñas postizas.
● Evita los accesorios de pelo recargados.
● Lleva unas medias de repuesto ¡más vale ser precavida!
● No uses tacones tan grandes que no te dejen caminar (imagina si tuvieras que hacer un recorrido por las instalaciones).
● Si acostumbras utilizar tinte para el pelo, para un mejor resultado hazlo dos días antes de la entrevista.
En resumidas cuentas, en general te recomendamos un look con el que, como mujer profesionista en ascenso, te desenvuelvas cómodamente, y refleje elegancia y discreción, actitudes indispensables para tu crecimiento laboral. Seguramente causarás una buena impresión en tu empleador.
¿Y después de ser contratada?
Un consejo que te damos para luego de que seas contratada es: no hagas como muchas personas, al principio llegan muy acicaladas, pero con el paso de los meses asisten desaliñadas y desarregladas, no sólo usando vestimentas cada vez menos formales, sino también despeinadas y sin maquillaje.
Y si por alguna razón de tu personalidad estas recomendaciones chocan con tu estilo moderno, procura entonces encontrar un justo medio entre la imagen de jovialidad y rebeldía que busques dar, con la de formalidad y seriedad que buscan los empleadores.
No es que el hábito haga al monje, pero sí lo ayuda a convencer a la feligresía.
UTEL Editorial