Organizando mis tiempos de estudio sin dejarlo para después

Organizando mis tiempos de estudio sin dejarlo para después

Los hábitos y tiempos de estudio son la mejor ayuda para predecir el éxito académico, mucho más que el nivel de inteligencia o memoria. La planificación y organización del tiempo es una cuestión de disciplina y determina, en gran medida, el aprovechamiento del tiempo, lo que nos ayuda a evitar la procrastinación académica y, por tanto, el rendimiento académico.

Sin embargo, así como lo menciona Valencia García, todos hablamos del tiempo.

“Cuando lo hacemos contribuimos a alimentar la ilusión de que éste es algo que existe en sí mismo. El tiempo se tiene o se pierde; se va, pasa, corre, vuela. El tiempo se mide y se determina y, una vez medido, se agota y se declara perdido.

Al saber que el tiempo no se detiene, siempre permanecemos en la búsqueda incesante de tener control sobre este, sin embargo, controlar no es la solución, es una tarea que incluso parece imposible, es mejor manejarlo, administrarlo, detectar nuestros alcances reconociendo es que si podemos hacer un cambió y que no está fuera de nuestras posibilidades (García, 2018, pág. 28)”.

Por eso, uno de los elementos más importantes a la hora de planificar es saber administrar tu tiempo; sobre todo si tienes días en los que desbordas de tareas y ocupaciones en tu vida cotidiana.

Tips para administrar el tiempo

Una recomendación básica puede ser identificar en qué gastas la mayor parte de tu tiempo. Puede que pases gran parte de éste navegando en internet, mirando series o viendo televisión; lo que no te está ayudando a ser productivo. Además, ¿en dónde queda el tiempo de estudio?

¿Cómo empleas tu tiempo?

Una segunda opción es saber de qué manera empleas tu tiempo, lo que puede ayudarte a determinar la manera de optimizar tus tareas. Eso es de gran ayuda para evitar la procrastinación académica, ya que puede ser el inicio para mejorar la organización del estudiante.

Haz una lista de tareas

Otra opción podría ser: realizar una lista de tareas. En dicha lista puedes incluir actividades cotidianas de lo que es indispensable realizar como: hacer ejercicio, comer sano, asearte etc. Incluso puedes agregar pendientes como: pagos, citas, recordatorios. También toma en cuenta los espacios a los que dedicas tus estudios o tomas clases en línea.

Un calendario es de gran ayuda

Es recomendable realizar un calendario en el que vengan marcados los horarios de realización de estas actividades, y esto es importante porque durante estas actividades difícilmente podrás estudiar para un examen o realizar alguna tarea, es mejor tener presente que ese tiempo lo tendrás ocupado.

Dar un horario a cada actividad te ayudará a establecer orden y ser más productivo.

En otra lista incluye tus tareas académicas, por ejemplo, estudiar para un examen, revisar una lectura, tomar notas etc. Destina un horario específico para cada una de ellas.

Tómate un descanso

Una vez que tengas tus listas, integra todas esas actividades (tanto académicas como rutinarias), e incluye también espacios de descanso, no olvides que mereces esas pausas para recuperar la energía, y así poder lograr esos objetivos que te planteas diariamente.

Destina tiempo para el estudio

Conseguir tiempo para el estudio es uno de los objetivos más anhelados de todo estudiante a cualquier nivel; se puede entender incluso como un deseo partidario de la creatividad y superación, pero reflexiona un poco en dónde te encuentras. A esta altura has hecho realidad aquello que en algún momento pensaste improbable, o quizá lo veías lejano.

Cree en tu capacidad de cumplir ese deseo, de poder dominar el tiempo y destinarlo para aquellos objetivos personales, laborales y académicos. Parecerá algo complicado, pero puedes considerar los siguientes puntos, comentados por el Dr. Piers Steel en su libro Procrastinación (Steel, 2012, pág. 72):

  1. Siéntese en un lugar tranquilo y despeje la mente. Piense en la vida que quiere para sí mismo.
  2. Desgaje un componente manejable de ese futuro a fin de centrarse en solo un elemento de su deseo. Puede tratarse de una relación, un trabajo, una casa o tiempo para el estudio.
  3. Recapacite en todo lo que hace que esa imagen mental sea atractiva para usted. Válgase de un diario y llévelo día a día.
  4. Contraste luego mentalmente ese futuro con su situación actual. Céntrese en la diferencia. Ponga la misma viveza en la reflexión sobre esa disparidad que la que puso en imaginar su futuro idealizado.
  5. Si, tras el control mental, sigue siendo optimista acerca de la consecución de ese futuro ideal, encontrará más motivación para perseguir sus objetivos. La procrastinación desaparecerá en cuanto ponga manos a la obra para colmar la brecha entre dónde está usted ahora y dónde querría estar. Sabe lo que tiene que hacer y tiene el ímpetu para hacerlo.

Sé constante, aunque al principio te cueste, no pierdas la motivación, verás que en cuanto tengas horarios y metas establecidas poco a poco notarás los resultados positivos, no te desanimes si un día no has logrado los objetivos, sé flexible al momento de la organización.

Recuerda que siempre hemos pensado en el tiempo como una variable dependiente, que está ahí, que pauta y regula nuestras actividades como algo que no podemos controlar; sin embargo, el tiempo se construye en la diferencia, en la diferencia entre el suceder y los acontecimientos que nos apropian. (García, 2018, pág. 12).

Bibliografía:

García, G. V. (2018). Entre Cronos y Kairós. Ciudad de México : Universidad nacional autonoma de México.

Steel, P. (2012). Procrastinación / The Procrastination Equation: Por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy. España: Debolsillo.

Psic. Bella Paola Merino Montoya.

Orientación Psicológica

Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)